Noberto rodriguez ha sido el creador de este deporte mientras realizaba su labor docente como maestro de educación física del CEIP “Hans Christian Andersen” de Málaga.
Este deporte nace de una forma curiosa (en la entrevista podéis escucharlo de su propia voz): en el transcurso de una de las sesiones en las que estaba recogiendo datos para su tesis doctoral centrada en la vuelta a la calma, le llegó una pelota suiza, devolviéndola a los niños con los brazos colocados “en jarra” a la altura de la cadera mediante un golpeo con el codo, alcanzando la pelota cierta altura y distancia. Un niño le dijo “profe, pareces el cenachero” y a renglón seguido los niños comenzaron a querer imitar ese movimiento tan peculiar.
Justo en ese momento se comienza a fraguar la idea del baloncodo y se va desarrollando de forma paralela al que ya estaba realizando Norberto centrado en investigar la forma del juego, el tipo de móvil utilizado, la concreción de un reglamento, etc.
Objetivo.
La razón de crear un deporte basándose en una nomenclatura tan peculiar, radica principalmente en concebir la actividad físico-deportiva como una forma de fomentar la curiosidad por aspectos culturales y tradicionales.
La nomenclatura de este deporte suscita la curiosidad de aquellos alumnos que lo practican. Ellos están acostumbrados a conseguir un punto, realizar falta, ir al área, etc. Pero en el baloncodo la cosa cambia y eso hace que muchos niños se pregunten.